Cierro los ojos ya tarde en la madrugada en una noche donde calor es lo que mas hace falta, apenas te sueño y ya es de mañana siento que se ha convertido un juego. Te escurres entre la muchedumbre de mi mente donde solo diviso tu pelo. Corres en los pasillos blancos, abres las puertas azules y te encierras en cada lugar que mis sueños esconden en ellas.
¿Que hace esta noche tan diferente a tantas otras? Quizás la emoción de perseguirte de nuevo. ¿Qué alimenta estas ganas de correr? Quizás la ilusión de atrapar tu luz entre mis manos. ¿Por qué mi corazón se agita si se que esta noche no es una despedida? Quizás sea descubrir a que mágico lugar a que llevaras esta noche.
Como cada noche el pasillo se quedo vació, ya no esta ni tu risa, ni tu pelo. La puerta esta abierta frente a mi, tengo miedo que no estés allí. Tengo miedo de despertar y no encontrarte con un paso más. ¿Un paso delante estarás? No, no lo se, solo se que un paso detrás estará el vació. Mi mano que tiembla frente a la perilla, mi miedo que me paraliza, mis deseos de verte aun un pasó. Todo comenzara o terminara con un solo paso.
Que mas da, “no puedo perderte sin nunca haber intentado encontrarte.” Un paso a delante y no estas.... solo esta el color miel de dos soles en el cielo, el sonido del eco de tu risa en la brisa, el castaño en las olas del mar, rizos de tu pelo en el agua y la fragancia de canela en la arena mojada por el color tu piel.