domingo, 4 de abril de 2010

Trench


Y aquí estoy contigo en esta trinchera que no la ha cavado nadie, pero en la cual hemos caído. No sé, si por coincidencia o por rotunda vencida del destino deseamos luchar, esta vez unidos.

Sé que soy débil, que no cuento no herramienta alguna que por mi cuenta me permita ganar esta guerra. Por eso me uno a tus fuerzas, no porque no exista nadie más, solo sé que en ti puedo confiar.

Luchando por lo que no se nos ha pedido y mucho menos prometido, aquello que nace cuando el hombre se encuentra con sí mismo. Las expectativas de vencer inexistentes tal vez, pero la lucha hay que emprender.

A tu lado en este apretado espacio, el mundo se detiene con cada latido del viento. El ruido de los demás desaparece. Un último esfuerzo tomas mi mano y nos lanzamos fuera de nuestra seguridad.

Apacibles quedan nuestras miradas en vela… una noche más.