domingo, 13 de enero de 2008

PIEDRA BLANCA

Si colocaras una piedra sobre otra y a su vez otra y otra, ¿recordarías aquella primera piedra?... Quizás porque fue la primera.


¿Aun cuando no puedas verla?... Que no pueda verla no me hará olvidarla.


Si todas esas piedras se derrumbaran sobre esta produciendo miles de sonidos diferentes, ¿Sabrías cual piedra es cual?, ¿cual fue la primera piedra?...Quizás no lo sepas, pero te diré que quizás puedas.


Esta no puede escapar, porque quedo atrapada debajo de las demás esperando ser redescubierta por tus manos. Puede ser que no la reconozcas de inmediato, tal vez esta ha cambiado, quizás por cargar el peso y soportar los golpes de cada piedra que pusiste sobre esta.


Un peso que la asfixia, un peso que la lastima, un peso que no fulmina su existencia, quizás porque es dura, quizás porque es terca, quizás porque espera que levantes con tus manos cada piedra que dejaste sobre ella. Con ansias de escapar de aquello que para muchos seria un castigo, solo es la espera de volverte a encontrar.


Al final no será que esta piedra solo desea ser tocada por tus manos, que solo espera ser balanceada en tu regazo. Si supieras lo que esta piedra desea ¿cumplirías sus deseos? O ¿solo extremaras su espera, aumentando su carga?


Tal vez esta vez se derrumbe la torre piedras blancas y caigan todas como gotas de lluvia erosionando todo lo que esta piedra sueña y no quede nada de lo que alguna vez significo. ¿Niña, aun recordarías aquella primera piedra? si, esta la disfruta desde muy cerca verte sonreír.